Tradicionalmente se ha asociado el llegar a una edad avanzada con una serie de pérdidas de capacidades, ya sean deficiencias sensoriales y también pérdida de agilidad, movilidad y
fuerza.
Los adultos pierden aprox. un 24% de su masa muscular entre los 40 y 70 años fomentado sobre todo por una vida sedentaria. Una vida activa ayuda llegar a la tercera edad manteniendo buenas
capacidades.
El ejercicio físico regular mantiene no sólo la musculatura sino las cualidades que se suelen perder con una vida con poca actividad como equilibrio y coordinación.
En éste curso ofrecemos un entrenamiento funcional adaptado a la edad de los participantes y estiramientos con el fin de mejorar la energía, fuerza y agilidad.
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